Buscá en Sueños...

jueves, 22 de julio de 2010

Dreis - Capítulo IV

Capítulo 4: “Nuevos Visitantes”


Todos se levantaron con la salida del sol, muy esperanzados. Esperaban encontrar la forma de hacer que la isla pudiera cumplir sus sueños, aunque sabían que lo más probable era que les llevara bastante tiempo.
Era cierto que Giselle era la que mandaba entre un gran grupo de hombres, que era valiente, y muy autoritaria; pero lo que también era cierto, era que era una chica, y jamás había perdido su femineidad. Su refugio estaba perfectamente ordenado, parecía una casita improvisada, como cuando una niña pequeña arma con un trozo de cartón y pinturitas una casa para sus muñecas. Todo estaba muy limpio, a pesar de que el suelo estaba apoyado en la playa, que era de arena dura y gruesa. Ella estaba compenetrada en sus “tareas hogareñas” cuando el grito de Joel indicó que había intrusos en la isla. Aunque, visto desde otra manera, ellos también eran intrusos en Dreis, pero la habían tomado como propia. Como si la hubieran colonizado.
-¡Intrusos!, ¡Hay intrusos en Dreis! Son dos muchachos de unos dieciocho años. Y cantan. Tienen una extraña voz femenina. Soprano. (1)
-Wow, un informe completo, Joel, ¿los viste o simplemente las escuchaste?
-Ja Ja, si, señorita, los vi, y por eso puedo asegurar que son dos muchachos.
-Bien, ¿dónde están?
-En el lago, al este, los confundí con mis hermanos, por eso les hablé, pero ninguno de los dos me miró, ni siquiera notaron que yo estaba allí. Luego los oí cantar, cantan como ángeles, creí que me volvería loco de placer si me quedaba allí, pero luego recordé que seguían siendo intrusos, y por lo pronto, enemigos.
-Y viniste…
-Sí…
-Bien, hay que juntar a la tripulación y separarnos en grupos para montar guardias de ahora en adelante, pero como no tenemos armamento fuerte, no podemos arriesgarnos a “visitarlos”.
-Sí, sí tenemos.-Agustín salió de la sombra de una gran palmera arrastrando consigo unas balas de cañón dentro de una red de pescar.
-¿De dónde sacaste eso?
-Estaba veinte pies atrás de nuestro refugio adentro de una cabaña de troncos. Supongo que es de los intrusos, podemos usarlo en su contra.
-¿Qué más hay allí?
-De todo… Todo lo que imagines.
-Genial, vamos ahora mismo, tomemos todo lo que podamos cargar y rodeémoslos. Agus, guianos.
-A sus órdenes, mi capitán-Dijo poniendo rápidamente la mano estirada en la frente y bajándola con más rapidez aún.
Se armaron debidamente y cubrieron sus oídos con pañuelos ajustados para evitar que los disparos de cañón los dejara con una sordera temporal. Todos excepto Giselle y dos marinos, Ian y Félix, que hicieron de guardias. Ellos tres iban desarmados, porque primero intentarían averiguar todo lo que pudieran sobre ellos, como intermediarios, y luego verían si atacaban o no. Giselle haría una señal en caso afirmativo, sino les ordenaría bajar las armas. Lenta y cuidadosamente rodearon a los chicos y Giselle y los guardias se acercaron despacio. Se escuchaba un canto agudo y angelical. Los saludaron, pero ellos no se voltearon. Se acercaron más aún y saludaron, esta vez en inglés. Nada. Ni siquiera se inmutaban. Entonces Giselle se acercó hasta poder tocarles el hombro con la mano. Lo que vio fue horrible. Los chicos estaban hipnotizados, por una gran sirena con dientes perfectos, pero filosos, hermosa, de cabello castaño ondulado. Una ninfa de mar. Ella era quién cantaba. Como en el cuento. Y como en el cuento también estaban los muchachos, pero lo nuevo fue que ahora se agregaban dos chicos más a espectar: los guardias de la Capitán. Pero Giselle no era atraída por “María”, no, ella era más bien repelida. Tenía ganas de salir corriendo de allí. Eso hizo. Y ordenó que todos la siguieran cuando vio que los cuatro jóvenes se tiraban al lago. Y morían. Dos menos: quedaban veintiocho.


(1) Soprano es la calificación de voz más aguda que tienen las mujeres. Las cantantes de ópera son generalmente Sopranos.

1 comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, dejá tu comentario como NOMBRE/URL, nunca como anónimo. Los comentarios anónimos serán eliminados. (No hace falta llenar URL)