Eventumi: Los hijos de Radixeptus ~ Capítulo I (parte I)

Capítulo I

Parte I

Relatado por Luu

Desde hacía mucho estábamos planeando el viaje a Roliterra, su mundo. Yo había ido sólo un par de veces. Pero como… una especie de embajadora. No teníamos una embajada allí para entonces. Esta vez iba como invitada de honor del presidente. Eso suena bien, ¿no? De todas formas, ¿qué sentido tenía que me invitaran especialmente?

Estábamos chateando por Skype, esperando a que su piloto lo llamara para que él pasara a buscarme, y pudiéramos ir al aeropuerto cuando desde su celular comenzó a sonar “Here comes the rain again”. Se alejó mientras hablaba, y cuando regresó tenía una mueca de fastidio y sorpresa dibujada en la cara.

– Ya corté. Era mi piloto. – Su expresión no había cambiado.

– Qué rápido hiciste.

– Lu, hay problemitas en el aeropuerto, parece que hubo un incidente con un avión.

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– Uh, ¿qué pasó?

– Cuando fue a despegar se incendio un motor

– ¿Y cómo están los pasajeros?

– No, por suerte la torre de control logró avisar antes de que acelerara. Abortó el despegue pero vinieron los de la fuerza aérea a relevar todos los aviones que salen hoy. Así que se va a retrasar el viaje. – Eso me irritó bastante, después de estar haciendo los preparativos durante tanto tiempo. Quiero decir, no todos los días se va como invitada especial del presidente. Lo admito, soy algo impaciente en algunos casos.

– Volemos sin avión, Roli. Yo te enseño, es más divertido.

–No, pasa que…

–¡Dale!

–Vos no sabes lo que es intentar llegar a Roliterra volando sin avión.

–Sí, si sé. Ya fui...

–¿Hace cuánto?

–No sé...

–Lu, parece que esos problemas tienen que ver con el ambiente. Hubo contaminación. Ir volando sin avión nos mataría.

– Pero no importa, no viajo por el aire.

– ¡Es que lo que se contamino no fue el aire!

– ¿Qué fue?  ¿Vías telepáticas? – Fue más bien una ironía que una pregunta. Roli asintió con la cabeza. – Ooh.
–El riesgo es que parece que hay que contener antes de que la contaminación se expanda e infecte mentes.

–Bueno, de eso yo sé, ahora sí tengo utilidad, qué genial.

–Igual está complicada la cosa, es una contaminación virosa muy rara nunca vista. Escuchame me dijeron que a eso de las 8:30 ya debería estar todo listo, ¿ok? Así que 8:20 estoy allá pasándote a buscar. – Su celular volvió a sonar, esta vez con un timbre agudo y corto. Supuse que era un mensaje de texto. – Tengo que ir a hablar con el Ministro a Cargo. Parece quela situación se complicó más. – Para entonces yo me sentía impotente. Lo único que faltaba era que nos dejaran varados en un aeropuerto.
–Qué complicados que son allá.
– No somos complicados. Somos concretos. – Se justificó, sonriendo.
– Psé, eso lo hace difícil. – tenía que tomármelo a la ligera. No era para tanto. Pero no había dormido bien la noche anterior. Estaba cansada. – Tiene que haber una manera de llegar antes, ¿no?

– No, no hay forma. Además ahora me tengo que ir. Ya vengo...  Un cartel azul apareció en la pantalla. Rezaba: “videochat finalizado”. Ahora sólo me quedaba esperar.

 

luu