Capítulo I
Parte II
Relatado por Roli
Mi celular volvió a sonar. Era James, mi piloto, que me avisaba que estábamos en condiciones de despegar.
La casa estaba fría, quieta y en silencio. La PC se había suspendido, por lo que la encendí.
Por suerte el Skype se conectó automáticamente así que en breves segundos estuve comunicado nuevamente.
–Ehm, Lu...– le dije sin haber comprobado que allí se encontrara.
–¿Qué?
–Está todo listo, jojo.– Dije casi eufórico.
Había estado esperando este viaje de hacía largo tiempo... Aunque las circunstancias en las que se estaba dando no eran las más deseadas...
–¡Great! Hurry, 'cause I gotta have dinner in some time.–
–Ya nos vamos: ahora mismo. Pero, Luu, hay algo que tengo que decirte...
–¿Qué? –Su voz se tornó oscura.
–Me dicen que es MUY peligroso usar telepatía sin protección.–
Para este entonces tenía información fresca. La contaminación era muy grave y sumamente contagiosa. La telepatía era su medio de transmisión, su vector. Por lo que si no había sistemas avanzados de protección (encriptacion y seguro de datos), era inminente su prohibición.
–¿Llevo casco? (Uff, basta de chistes malos).
– Jajajaja.
–Ok, no hay problema :) No thelepathy :).
Su humor me agradaba mucho. Era capaz de transportarme y hacerme olvidar los problemas. El asunto, es que olvidarlos era peligroso... muy peligroso.
Encendí el teléfono y abrí la aplicación de Skype en el mismo. Apagué la PC y salí. Casi olvido las llaves del auto de no ser porque estaban junto con las de la puerta.
Al salir, un viento frío golpeó mi cara. Lloviznaba. A lo lejos se oía el rumor de los autos en la autopista. Sentí miedo. Miedo de lo que podía llegar a venir. Pero me decidí a disfrutar ese viaje. La contaminación era grave, pero, al menos yo, como presidente, tenía acceso a métodos de seguridad muy eficaces.
Así que encendí el motor y accedía a la red de telepatotransporte. Dejaba el simple mundo fijo para acceder al universo telepático.
–Bueno, estoy arriba del auto.– le dije a Luu. Comencé a andar cuando vi un auto chocado y a la policía científica.– ¡Uy, Dios! En esta calle telepática hubo un accidente: Parece que alguien infectado se chocó con alguien limpio. Mmm....
Poco a poco me fui acercando a la ubicación de Luu.
–Waa: veo tu mente. ¿Me escuchás llegar?
–Nope..
–Mmm...
–Bloqueé todo :/.
–Perfecto. Buen, Luu, estoy en la puerta. Dale, salí y subite.
–Ok.
Salió de su casa mental y se subió con prisa a mi vehículo.
–Bien, bueno, Lu, ahora agarro la autopista de pensamientos.
–Dale, cuidado... no te mezcles.
–¡UY! ¿VISTE CÓMO PASÓ ESE? Qué enfermo u.u. Casi me choca.
–Mal... Pará, usemos protección de telepatía. Traje mi coso ese que pone un campo de fuerza. ¿Lo usamos?– Había tecnología que sólo los tidenopenses tenían.
–Uy, dale :D.
–It's on :).
–Perfecto... ajaj. En la próxima salida bajo. Listo. ¿Ves el aeropuerto? Está allá derecho.
–No, no traje los anteojos.– Pareció sufrir una repentina histeria.
–Uff...
–Ah, sí, acá están. Jajaj, sí, sí, ahí lo veo.
–A ver si hay lugar para estacionar... Ah no, mejor llevo al auto también a Roliterra.
–Sí, dale :).
–Buen, lo dejo ahí para que me lo metan en el avión. Listo, bajemos.
Luego de pagarle al hombre de la entrada , le di las llaves de mi auto, para que lo llevara hasta mi avión privado. Nos bajamos. La lluvia había parado, pero el frío continuaba.
–¿Sabés qué? Maaala idea traer tacos :S. Me engancho :S.
–Hay que hacer el check in.
–¿Vas vos? No quiero hacer los trámites jajaj.
–Ajaja, es el auto-check in, bobi, con esa máquina que parece un cajero.
–Ah, pero, ¿Eso qué seguridad da con lo de la contaminación?–Luu siempre tan previsora.
–Ninguna, pero es rápido...
–Yo diría que lo hagamos manual. No importa.
–¿Pero no ves la gente que hay? Encima en el manual te analizan la sangre para ver que no estés contaminado y Roliterra es la zona cero de la infección.
–MA–NUAL
–Ok... ok.–Su idea me fastidiaba, pero, sabía que lo que decía tenía mucho sentido.
–¿Qué? ¿Te dan miedo las agujas? Ja
Su pregunta me dio risa. No era miedo, sino apuro. Además de la cuota de placer del viaje, tenía asuntos que resolver. Una larga fila nos esperaba para completar el tramiterío. El aeropuerto estaba lleno de gente que pasaba apurada, ocupada, ensimismada. Su frialdad concordaba con el blanco de la decoración.
Comencé a divagar sobre el viaje, las cosas que íbamos a hacer y me relajé por fin. Sentí que dentro mío algo había cambiado. Estaba contento, ya no preocupado. Fue entocnes cuando me di cuenta de que el tiempo había volado y estábamos a punto de ser atendidos.
–¡WAAA! ¡Qué cola más larga! Yo te dije... Suerte que sólo hay una persona adelante ya. Ayy, ahí pasó. El próximo que se desocupe, nos toca a noi. –Exclamé.
Luu sonrió ampliamente, para luego avisarme:
–Me voy a comprar algo para comer, vos adelantate, llego justo para el despegue, ¿sí?
–Ok.
–¿Te traigo algo?
–Yo me voy adelantando. No,no, el jet tiene suit y servicio de camarera.
–Ah, ok. Vuelvo despues :)
Y se fue con paso decidido hacia un quisco, el ruido de sus tacos rompía la monotonía del lugar. Le daban vida.
Roli
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