Capítulo I
Parte VI
Relatado por Roli
"James está muerto” Aquellas palabras rebotaban contra las paredes de mi cráneo. Había corrido entre el humo que se filtraba de la cabina, había dejado a Luu atrás. Todo tenía sentido, había razones para hacer todo aquello. Hasta que abrí la puerta.
En ese momento, la humareda se precipito sobre mi cuerpo nuevamente; sin embargo, esta vez le puse el pecho. Al cabo de unos segundos el humo se disipó y descubrió un cuerpo que yacía sobre el suelo alfombrado de azul grisáceo: James.
Su cuerpo estaba en un estado deplorable. Sabíamos que altas dosis de humo por tiempo prolongado podía tener efectos corrosivos en el cuerpo además de la mente, pero esto era demasiado. No voy a ser descriptivo para esta escena, porque no tengo intención de ser morboso, y la sola imagen que vi lo era ya de por si... Y en exceso. En fin, lo dejo librado a su imaginación.
Ahora tenía que encontrar a Luu, de la que no había oído más nada desde hacía minutos... Me di vuelta decidido a buscarla, con el peor de los temores: que la tecnología tidenopenses hubiera fallado. Eso si habría significado que era el fin. El fin de todo universo telepático.
Afortunadamente, de entre las tinieblas, oí su voz:
– Acá estoy. No, no puede estar muerto. Dejame a mi
– No, no. No vengas. Es horrendo. No sabía que altas dosis de contaminación...
– Yes, I must go.
– ...podían hacer esto. Luu, ES DESAGRADABLE.
– Roli, ¿te acordes el asuntito de mis poderes?– Insistió, aludiendo a su tecnología y su experiencia.
– Parece Destino Final de lo morboso. Mmm, bueno. Ok. – Dije con recelo.
– Genial.
– Vení ¡Cuidado con la mesa!– Venia corriendo y camino a estrellarse con la mesa ratona de cristal y plata para tomar la leche (en Roliterra tomar la leche es como tomar el té, solo que él té no existe. No hay roliense que lo tolere) que tanto amaba. De hecho no sé si se lo dije por protegerla de que se lastime como yo hacía unos minutos, al impactar mi dedo pequeño del pie con ella, o porque sus tacos eran definitivamente mas asesinos que mi pie y mi mesa corría peligro.
– Estoy yendo
– ¡La mesa!
– No, la evadí..
– Ay parecía que no. Es el humo.
– Sí. Listo, here I am. Pero Roli, acá no hay nada
– ¿Cómo que no? No lo ves ahí… Para, ¿DONDE ESTÁ? Estaba acá. – Repentinamente el lugar donde estaba James estaba lleno de humo y su cuerpo aparentemente no estaba más. Existía la posibilidad de que el humo tan solo lo hubiera tapado, pero los nervios me habían hecho olvidarla...
– No… Es que era un holograma. Yo lo apague.
– No, Lu. En Roliterra no existen. Son imposibles– Luu estaba empezando a decir cosas incoherentes
– Si, mira, ¡acá está el aparato!– Luu continuaba desvariando: Había tomado el celular de James alegando que era un generador de hologramas.
– Pero eso es imposible.– Insistí, la situación comenzaba a preocuparme...
– El tema es ese... me parece que No estamos en Roliterra
– Es verdad: con el tiempo que hace que pasamos el airport y a la velocidad que íbamos debemos estar por…
– ¡Tidenopecp!
– Sabrá Dios dónde. No. – Luu seguía diciendo cualquier cosa, Tidenopecp estaba en otra dirección. Sin embargo ante su acertado comentario, olvide momentáneamente su inminente problema y decidí enfocarme en dónde estábamos.
–No, ya se.
– Íbamos en otra...
– No se puede llegar así.
– Pará... – Pará... ¡estamos en mi mente!– Me interrumpió.
– Dejame asomarme a la ventana. – Lo que decía no tenía sentido.
– Es mi mente. Wiii.
– My God.
– Mirá, ¿ves?
– ¿Cómo mierda llegamos acá? UN MOMENTO– Comencé a considerar la posibilidad de que el que estaba delirando fuera yo, y decidí seguirle el juego.
– Lo controlo todo
– Si estamos en tu mente… HAY HUMO EN TU MENTE.
– Uhh, ¿qué hacemos? Desinfectameeeee… Aaah, ¡qué HDP! ¡no es humo! Son mis pesadillas
– Ahh bien. Pero humo también hay O… ¿El humo son tus pesadillas?
– Son pesadillas de cuando era chiquita. Hace mucho que no tengo. Pero… No las había reconocido.
– ¿Y cómo es posible que se hayan empezado a expandir desde Roliterra?– No podía dejar de encontrar huecos en su discurso.
– Eeh, creo que entiendo todo
– Decime– Dije, denotando facialmente mi confusión.
– La contaminación son las pesadillas de los rolienses... O como se diga.
– Se dice de muchas formas– De hecho de cualquier forma en la que se entienda, está aceptado, pudiendo ser roliense, rolitense, rolites, rolies, roleteo... como sea.
– Bueno, en ese caso. Es bien fácil eliminarlas. Yo sé cómo. Puedo con mis poderes– No dejaba de aludir a sus "poderes". Si, tenemos capacidades especiales, pero la forma en la que se creía omnipotente me asustaba.
– ¿A ver?– Dije, reacio a creerle.
– Mirá, si cada uno controla su mente. Así. ¿Ves? Todo adentro de esa cajita. Listo. Hay que enseñarles a todos como se hace y listo. – No dejaba de hacer ademanes confusos, hablaba de una caja que no existía, y tenía la vista perdida... Algo raro estaba sucediendo
– Mmm. No sé
– Espero que puedan, si no vamos a tener que poder solos.
– Tengo que confesarte algo...
– ¿Qué? – Esto no huele a pesadillas de rolienses, porque yo soy roliense... Y no se parece a mis pesadillas.
– Entonces deben ser mías ¡¿Cómo llegaron ahí?!– Su negación a caer en la realidad de que lo que estaba pasando era mucho más seria, comenzaba a irritarme.
– Luu ESTO NO SON PESADILLAS– Dije con un tono brusco.
– ¿Qué mierda son?
– Estoy seguro. NO SÉ.
– En mi mente sí, I mean,…
– ¡PERO AHORA HAY UN PROBLEMA MÁS GRANDE!– Interrumpirla me fue necesario, al girar mi cabeza, a través de la ventana, había vislumbrado lo que, en nuestra situación (ausencia de piloto) podía ser el fin.
– ¿Cuál?
– LUUU NO VES LA MONTAÑAAA ¡NOS VAMOS A CHOCAR!!– Una enorme montaña cubierta de nieve en su cumbre se acercaba peligrosamente a nosotros. Debo admitir que por un momento, me alegro: la presencia de esa montaña tal vez la hiciera comprender la dimensión de la realidad. El hecho de que eso no era su mente y su omnipotencia era producto de su imaginación.
Efímera fue, sin embargo, mi ilusión:
–Nah, tranqui... No es real, es mi mente, don't forget it.
– Para vos no lo será...– Su risa, su despreocupación, conformaban un coctel perfecto de desesperación, rabia, ira, confusión y miedo– ...pero para mí sí.
– Pero creeme...
– Porque las cosas son más concretas– No sabía ya como hacerla entrar en razón.
– Confiá en mí. Puedo hacer que deje de ser...
– Luu, no es sólo tu mente… Mi mente está en la tuya. Pero sigue teniendo poder…– Mis palabras no tenian coherencia ni sentido algunos, pero eran un vano intento por meterme en su juego, en su delirio, y explicarle que estaba desorientada.
No obstante, más tarde me enteraría de que lo que acaecía era terrible... y misteriosamente macabro...
Roli
0 comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, dejá tu comentario como NOMBRE/URL, nunca como anónimo. Los comentarios anónimos serán eliminados. (No hace falta llenar URL)