No te olvides de poner etiquetas

Importantes y discretas, las etiquetas son aquello que nos aporta datos fundamentales sobre un elemento cualquiera que tomemos o al que acceso tengamos. Blancas, amarillas, celestes... de cartón, de papael, de cartulina... escritas a mano e impresas y tipografiadas. Variadas hasta grados casi inimaginables, pero todas ellas útiles y necesarias.
Supongamos que uno se encuentra una mañana caminando plácidamente por la calle, cuando, repentinamente, se topa con un objeto. Negro, pequeño... curvado... más bien amorfo. ¿Qué es eso? La pregunta comienza rodando por nuestra cabeza como una bolilla de acero salida de un rulemán (nombre genérico: rodamiento o cojinete antideslizante). Luego comienzan a crecerle patas... Ahora su forma es más la de una hormiga, y comeinza a cosquillear nuestra mente. las patas se agrandan... le crece pelo...: Es una araña, que intimida y echa telarañas por cada rincón... llenando el espacio. Y crece, le salen colmillos y crece... Y se convierte en un tigre, que ruge y hace sentir su presencia, que camina relajadamente sintiéndose dueño de nuestro ser. Es la pregunta, el enigma, la incertidumbre, apoderándose de nuestra libertad e impidiéndonos continuar hasta que demos fin al misterio. ¡¿QUÉ ES ESO?! Y así estaríamos eternamente preguntándonos, encadenados en un círculo infinito... sin poder escapar.
Ahora, en cambio, imaginemos que vamos por la calle una tarde felizmente transportándonos, cuando frente a nosotros se encuentra un objeto verde. Tiene pelo, algunas extremidades comparables a patas. Es blando y grande. Hace ruido y luces. Y una vez más la bolilla de acero comeinza a rodar: ¿Qué será eso? Pero en su costado izquiero (el derecho nuestro, naturalmente) vemos un trozo de cartón gris colgando de un hilo. "$165,75" reza el pequeño aviso. Consternados (palabra favorita de mi amigo Néstor), miramos hacia nuestro alrededor en frenética búsqueda de una explicación. Y es entocnes cuando un hombre con un sombrero, rayado; con camisa, también rayada, y chaleco gris. Con corbata roja, pantalón de gabardina gris y zapatos negros, nos dice: "Es 'Buggy-buggy', el nuevo amigo capaz de alegrarle la tarde a su hijo, su sobrino, o si nieto". Algo insultados por la palabra "nieto", seguimos ostentando una expresión de entera estupefacción. Nuestras neuronas comienzan con la sinapsis intensa, y nuestro cerebro se llena de acetilcolina en movimiento. Pensamientos, ideales, conceptos puros se suceden en nuestra mente. ¿Terroristas? ¿Bombas? ¿Trampas? "Demasiado trágico" acota una voz imperante desde la derecha. Es el Sentido Común, nunca se queda sin entrometerse. Es un extraterrestre, definitivamente. "Demasiado extraordinaro" se oyen las palabras de la Lógica que, a esa hora del día, está depsierta. Definitivamente es una especie nueva de animales nacida en Chernóbil. "Demasiado... estúpido" dos golpes del Realismo descartan la hipótesis. Finalmente, viene Asociación Coherente que justo estaba de paso y dice: " Hombre: vendedor. Cosa extraña: destinada al entretenimiento de pequeños". ¡UN JUGUETE NUEVO! Eso es. un juguete.
Y tras comprobar que no nos interesa en lo más mínimo ese jugete, y echar un vistazo a nuesrtro reloj y percatarnos de que la escena completa no llevó más de 8 segundos, seguimos nuestra andanza, felices y tranquilos; a sabiendas del increíble problema que la existencia de las etiquetas nos ahorró. Por cierto... ¡Qué lindo se ve el sol a esta hora de la tarde!

Roli